Jim estaba completamente asombrado,
esa chica que había estado últimamente en sus pensamientos estaba prácticamente
al frente suyo.
— ¡Es ella! —le susurró Jim a
Hércules con una gran sonrisa.
— ¿Ella qué?
— ¡La chica que vi en el bosque! ¡Es ella!
— ¿De verdad? Está muy sexy, al fin una chica linda.
—Bueno, Ariel, bienvenida a la Academia Kuzco, espero
que sea de tu agrado. Siéntate allí—. Le dijo Milo a
Ariel, señalándole un asiento vacío junto a una chica de cabello lacio y de un
negro intenso. Sin embargo, Ariel no dejaba de ver a Jim, estaba muy
sorprendida, ese apuesto chico que había visto en el bosque era su compañero de
clase. ¿Qué podría ser mejor? —
¿Ariel? —continuó Milo.
— ¡Oh, lo siento! ¡Gracias! —algo apenada se ubico en su asiento, en la primera
mesa y adivinen quién estaba justo detrás de ella… ¡Correcto! ¡Jim Hawkins!
¡Tenemos un ganador! Al sentarse se volteo y le sonrió a Jim — ¡Tú! ¡No puedo creer que estés aquí!
Él le devolvió la
sonrisa y contesto: — ¡Ni yo que tú estés
aquí! ¡Pensé que…!
— ¡No nos volveríamos a ver! ¡Esto es…!
— ¡Increíble! ¡Al fin conozco tu nombre, Ariel! Yo soy
Jim Hawkins.
— ¡Un placer conocerte formalmente!
— ¡Lo mismo digo!
Toda la clase los
observaba atentos, en especial dos personitas…Malina, que estaba a punto se
escupir sangre y Hércules que casi estaba babeando por Ariel.
— ¡Vaya, vaya! ¡Pero si la señorita Tritón ya conoce a
alguien! —vacilo Milo.
Las murmuras
comenzaban a escucharse con respecto a ellos dos. Ariel se puso casi tan roja
como su cabello y se dio la vuelta con la cabeza gacha.
Milo rió y siguió: —Bueno, abran sus libros en la página 67, hoy veremos
la historia de los Incas, estén listos para tomar apuntes.
Los alumnos
obedecieron y cada quien sacaba sus materiales. Ariel se sentía emocionada, su
primera clase, la primera vez que alguien le explicaba algo que no fuese Jane.
Al sacar todo, giro levemente su cabeza a la derecha y vio la chica que
permanecía a su lado—. Hola, ¿cómo te llamas?
—le cuchicheo lo más
bajo que podía para que el profesor no se diera cuenta.
Esta la miró extrañada
y preguntó: — ¿M-Me hablas a mí?
—Sí, te hablo a ti. Creo que estaremos juntas por el
resto del año, así que me gustaría saber tu nombre.
—Fa Mulán.
—Lindo nombre.
— ¿Eso crees?
—Sí, es muy original.
—Oh, gracias…A-Ariel.
—De nada —sonrió y se metió en
su libro y en la explicación de Milo. Sin embargo, segundos después se vio
obligaba a rotar sutilmente su cabeza en dirección a Jim. Para su sorpresa, él,
ya la estaba viendo; al encarar sus ojos, la pelirroja se sobresaltó y se
volvió rápidamente.
Pero no solo Jim veía
a Ariel, Malina no paraba de verla con furia y Hércules…prácticamente la
acosaba con una mirada pervertida.
Las clases iban
pasando, los profesores cambiaban y los estudiantes se aburrían cada vez más.
Curiosamente, Ariel no; estaba fascinada con el simple hecho de estar en un
colegio y el estar rodeada de gente.
Alrededor del medio
día, el timbre sonó y todos los jóvenes se pararon al instante deseoso de
salir. Ariel algo aturdida, ve que Mulán se levanta y le pregunta: —Mulán… ¿qué hacen todos? ¿Ya terminaron las clases?
—No, todavía faltan tres horas más. Ahora es el
almuerzo.
— ¿Almuerzo? ¡Oh, claro! ¿Y hay que venirse con la
comida aquí?
—Amm no…almorzamos en la cafetería…
— ¿¡Tienen cafetería!? ¿¡Solo para ustedes!? ¡Genial!
¡Vamos!
—Amm sí…
Ariel la agarro del
brazo e hizo que salieran más rápido que Flash de ahí. Mulán la condujo hasta
llegar a la cafetería, la típica cafetería con mesas por doquier y las filas de
personas esperando con bandejas que les den el almuerzo. Ambas se formaron,
pero Ariel estaba como si la fila fuera para montarse en una montaña rusa; era
nuevo para ella, por eso se sentía tan feliz. A varias personas de ella, Ariel
pudo ver a Jim mientras le daban el almuerzo y se iba.
—Mulán, ¿qué sabes sobre Jim? —le dijo calmadamente, volteándose un poco.
— ¿Hawkins? Pues…es considerado uno de los más rebeldes
de aquí, varias chicas lo consideran bastante guapo, no es el más popular de
aquí, pero tiene su fama.
— ¿Y tiene novia?
Mulán rio y le respondió
con una mirada pícara: — ¿Por qué? ¿Te gusta?
— ¿¡Qué!? ¡No! Es solo…un amigo…
—Ajá…entonces quédate tranquila, que tu… —hizo enormes comillas con sus dedos—, “amigo” no tiene novia, está 100% soltero, de hecho,
ahora que lo pienso…nunca ha tenido novia…
— ¿¡De verdad!? ¿¡Cómo no, si es tan…!? Tan…simpático… —señaló, nerviosa.
Mulán rió una vez más —No lo sé, si han andado detrás de él, pero creo que a
él no le gusta tener novia, nunca se ha sabido que le guste o por lo menos que
alguna chica le llame la atención, simplemente no le gusta la idea del amor o de
tener una novia…
Ariel bajo la cabeza y
suspiró —Ya veo…
Unos cuantos minutos
después, la pelirroja y Mulán iban con la extraña carne, verduras y refresco en
su bandeja. Mientras buscaban una mesa en donde sentarse, Jim pudo ver a Ariel— ¡Ariel! ¡Ven aquí! —gritó desde su mesa, haciéndole señas.
Ella noto a Jim y
sonrió —Ven, Mulán —. Caminó hasta llegar a la mesa de los tres amigos y
les dio una mirada amistosa a todos.
—Siéntate aquí —insistió él.
—Gracias. Amm… ¿Mulán puede sentarse también?
— ¡Claro!
— ¿Quieren qué yo me siente con ustedes? —preguntó Mulán confundida.
—Sí, ¿por qué? ¿Tiene algo de malo?
— ¡No! ¡Gracias! Es solo que…nunca he hablado con
ustedes….ni con nadie…soy invisible para ustedes ¿no?
— ¿Invisible? No digas eso, solo siéntate y hablemos
todos.
Ariel sonrió conmovida
por las palabras de Jim y se sentó a la par de Kuzco, enfrente de Jim y los
otros dos —Ven, Mulán, siéntate.
—D-De acuerdo… —se ubico al lado de Ariel y comenzó a comer, al igual
que todos en la mesa.
—Así que…tenemos a la chica nueva, Ariel Tritón —mencionó Hércules, dirigiéndose a ella.
— ¡Oh! Así es. ¿Y tú eres?
—Hércules, linda —le lanzó un guiño y una sonrisa pícara.
Ella levanto una ceja
y sonrió algo insegura. Luego, su mirada cayó sobre la otra persona que estaba
a la par de Jim, esa chica morena y de cabello negro — ¿Y tú, cómo te llamas? —le preguntó con una
sonrisa.
Ella la vio
indiferentemente y en tono seco contestó: —Malina…
— ¡Qué bello nombre!
—Gracias…
Ariel le sonrió y
luego se enfoco en Kuzco quien la miraba atentamente.
—Amm, hola…
— ¡Hola! ¡Disculpa, pero…! ¿Te puedo preguntar algo?
—Seguro.
— ¿Qué producto usas en el cabello? ¿Qué hace qué
adquiera ese rojo tan intenso?
—En realidad soy pelirroja natural.
— ¿¡Me lo juras!? ¡No te creo! ¡Me encanta!
—Gracias…a mí me gusta el tuyo —sonrió.
— ¡Awwn! ¡Te lo agradezco! ¡Se hace lo que se puede! ¡Ya
sabes cómo cuesta mantenerlo lacio y sin que se esponje, pero con el shampoo
indicado, todo sale bien!
—Sí, eso creo…—dijo entre risas—, Perdón, pero, ¿cuál es tu nombre?
—Kuzco, a tu servicio.
— ¿Kuzco? ¿Cómo el nombre de la Academia?
— ¡Así es! Verás, Malina y yo somos hijos de la
directora Yzma.
— ¡Ah! ¿¡Son hermanos!?
—Es correcto.
— ¡Genial! Entonces…si su madre es la directora, ustedes
son prácticamente los que mandan aquí…
—Ahí te equivocas… —argumentó Mulán.
— ¿No es así?
—Los que mandan aquí, o que creen que mandan, son
ellos… —Jim señalo a lo largo
una mesa con seis personas; Megara, Jasmine, Aurora, Naveen, Tulio y Miguel.
Ariel volteo a verlos y se dio cuenta de que todos eran muy atractivos (no
tanto como Jim, por supuesto) y atractivas.
— ¿Quiénes son? —preguntó curiosa.
—Los populares…todos ellos son multimillonarios y sus
padres aportan mucho a la Academia; en especial Megara y Naveen, la pareja más
popular de aquí… —explicó Hércules.
El típico grupo de
ricachones, cabezas huecas que gozan haciendo sentir inferiores a los demás. ¿Cliché?
Totalmente, pero un colegio no sería un colegio sin uno de estos grupitos, ¿no
creen? Claro, que para Ariel era nuevo. No les daba buena espina, con solo una
mirada y podía notar un aura de arrogancia emitiendo de ellos.
—Entiendo… —Ariel permaneció pensativa
unos segundos y siguió con su almuerzo. De vez en cuando alzaba la mirada y se
topaba con esos hermosos ojos verdes. Lo mismo le pasaba a Jim, no podía dejar
de mirarla, algo le pasaba y él no entendía qué.
Faltando algunos
minutos para entrar nuevamente a clases, Ariel necesitaba saber cuál era su
casillero.
—Mulán, ¿me ayudarías a buscar mi casillero?
—Claro, ¿cuál es?
Ella saco un papelito
de su bolso y se fijo en él —El D126 —afirmó.
— ¡Oh! ¡Está a la par del mío!
— ¿Sí? ¡Qué bien! ¡Vamos!
— ¡Vamos!
Una vez en el pasillo
poblado de casilleros y gente, Mulán la condujo a su nuevo casillero.
—Bien, es este.
— ¡No puedo creerlo! ¡Mi primer casillero! ¡Qué emoción!
Y… ¿qué se supone qué haga con él?
—Lo que siempre se hace… lo puedes personalizar,
guardar libros, tu bolso…
— ¿¡Puedo personalizarlo!? ¿¡Guardar cosas!? ¡Increíble!
—No tenían casilleros en tu otro colegio, ¿cierto?
—Amm…la verdad es que… —bajó la cabeza un poco avergonzada—, Nunca he estado en una escuela, colegio…nada…por eso
todo es tan nuevo para mí…
— ¿¡Qué!? ¿¡Por qué!? —preguntó, asombrada.
—Por el trabajo de mi padre, siempre pasamos viajando y
por eso nunca podía permanecer en una institución, ni siquiera en una vivienda
permanente, pero ahora nos quedaremos para siempre en Agrabah.
—Vaya…debe ser feo…pero me alegra que te quedes, eres
la primera amiga que hago, en mis nueve años de estudiar aquí…
— ¿De verdad? ¿Por qué, si eres tan simpática?
—No lo sé, soy algo tímida, supongo…
—Oh…bueno, conmigo no serás tímida.
—Eso creo…
Ariel le sonrió y
Mulán le devolvió la sonrisa. En ese momento, Ariel, sintió un pequeño toque en
su hombro derecho; ella volteo y se sorprendió al ver quiénes eran.
—Así que…tú eres la chica nueva, ¿eh? —dijo Megara viéndola de arriba hacia abajo.
Ariel no sabía si
tener al frente suyo a los “populares” era bueno o malo.
—Ammm, mi nombre es Ariel…
—Querida, no nos interesa tu nombre, que por cierto,
está horrible… —respondió
altaneramente, Jasmine; una de las secuaces de Megara.
Aurora, Tulio y Miguel
rieron fuertemente y una pequeña sonrisa malvada cruzo los labios de Megara.
—Cariño, sólo vengo a aclararte una cosa, mi nombre es
Megara, mis amigos me llaman Meg, pero para ti soy Megara…
— ¿Eso querías decirme? ¿Tu nombre?
—No he terminado, pelirrojita…lo que quiero que sepas
es que yo mando en este colegio, yo soy la reina y por supuesto la más bella de
aquí, y ya que eres nueva, debes estar al tanto de ello…–explico con aires de
grandeza.
—Ya veo....el dinero de papi hace mucho, ¿verdad? —replicó sin inmutarse.
La cara de Megara y la
de todos sus “seguidores” se paralizo y volvieron a ver a Meg sorprendidos.
Megara se acerco a
Ariel, casi arrinconándola contra el casillero y con ojos llenos de furia,
dijo: —Escúchame, cabeza de
tomate, no te conviene estar en contra mío, porque los que están en contra mío
la pasan muy, muy mal, así que, ten cuidado…—Megara le sonrió una última vez y chasqueo sus dedos,
diciéndoles a todos que se fueran; como pollitos siguiendo a la gallina, lo
hicieron. Naveen rodeo la cintura de Meg, pero antes de irse encaro a Ariel con
una mirada desafiante, al igual que todos los demás.
—Ariel, ¡eso fue increíble! —exclamó Mulán.
— ¿Qué cosa?
— ¡Lo que le dijiste a Megara!
— ¿Lo del dinero de su padre?
— ¡Sí!
—En realidad no fue nada malo, es la verdad ¿no?
—Sí, es la verdad, pero nunca antes alguien se lo había
dicho, por eso fue ¡fantástico!
—Escucha Mulán, yo soy nueva y no quiero tener
problemas con nadie, simplemente le dije la verdad, si se lo toma a mal es cosa
de ella, pero no quiero tener problemas, solo me enfocare en estudiar…
—Bueno, tienes razón… Y hablando de estudiar, ya vamos
a entrar a clases, vamos.
—Sí, solo voy a guardar algunas cosas.
—Bien.
Ariel giro el candado
del casillero y trato de jalarlo, pero no pudo; intento de nuevo, con más
fuerza y tampoco logro abrirlo.
Algo acongojada miro a
Mulán —Mulán, me dieron un
casillero malo, no se puede abrir…
—Ariel, eso es porque tiene una combinación para poder
abrirlo… —le dijo entre risas.
— ¿Una combinación? ¿Y cómo sé cuál es?
—Dame el papel que te dio el profesor Milo.
Ariel lo saco de su bolso y se lo entrego a
Mulán. Ella analizo el papel y le enseño como abrirlo.
Ariel quedo boquiabierta
al verlo por fin abierto —Esto de los casilleros
es mejor de lo que creía —introdujo algunos
libros y lo cerró con cuidado—
Ok, creo que
eso es todo. Andando.
Caminaron hasta llegar
a su clase, pero cuando Ariel iba a entrar, Jim también iba a hacerlo, por lo
que, los dos chocaron.
— ¡Lo siento, Jim!
— ¡No, fue mi culpa, perdón!
— ¡No, insisto, fui yo!
— ¡No, Ariel!
— ¡Bueno, fue culpa de los dos, ahora, abran campo! —gritó Marina, mientras se atravesaba por el medio de los
dos y pasaba sin preocuparse si los golpeaba o algo.
Jim le sonrió a Ariel
y ella le devolvió la sonrisa, bajando la cabeza.
—Después de ti —. Jim extendió su brazo, dejándola pasar.
Ella sonrió encantada
y se adentro, seguidamente de él.
Al sonar el timbre, todos
se sentaron en sus respectivos lugares. Ariel volteo ligeramente, de nuevo, a
ver a Jim y él le sonrió, sin poder dejar de ver esos magníficos ojos azules;
lo mismo le pasaba a ella, no podía evitar ver esas potentes esmeraldas. Ariel
le sonrió una última vez y se volteo derecha.
— ¡Buenas tardes, alumnos! —exclamó la profesora, incorporándose en la clase.
Ariel al ver a la
profesora sonrió emocionada.
—Mi nombre es Jane Porter, su nueva profesora de
matemáticas, ya que su antiguo profesor renunció por motivos personales—sus ojos recorrieron el aula y al ver a Ariel
sonriendo, le guiño un ojo y sonrió—.
Bien, empezare
por conocer sus nombres y luego una pequeña práctica para evaluarlos.
Al terminar esa clase,
Jane salió y se dirigió a la sala de profesores. Todos habían quedado contentos
con la profesora suplente, era muy agradable y explicaba bastante bien y eso lo
podía asegurar Ariel.
Jane al llegar a la
sala de profesores, coloco sus libros en una gran y larga mesa que estaba en el
centro y se giró; pero al girarse choco con alguien, haciendo que a ese alguien
se le cayeran unos libros.
— ¡Lo lamento! —se agacho y recogió los tres libros caídos—, Aquí tiene —dijo entregándoselos
con cuidado. Algo la distrajo al darle los libros… Esa mirada, esos ojos, se le
hacían muy familiares y al parece la otra persona sentía lo mismo porque no
dejaba de verla como si estuviese descifrando un código secreto.
Hasta que…
Un bombillito ilumino
la cabeza de ambos...
— ¿¡Jane!?
— ¿¡Milo!?
Estaba demasiado bueno!!! Ya quiero ver que hay entre Jane y Milo!!
ResponderEliminar¡Sofi :D! ¡Awwwnnn muchas gracias! ¡Me alegra qué te gustara! :) <3 Wuajajaja pronto lo sabrás ;)
Eliminar¡Qué estés bien =3!
xoxo
EnanaMinorin
Genial capitulo... me imagino que estoy en esa escuela, seria lindo poder estar en una escuela así :3 ... pero Hercules parece demasiado interesado en Ariel ... eso hace mas tentadora la novela, y bueno espero ver escenas romanticonas de Ariel con Jim *-*
ResponderEliminarPosdata: ese Kuzco tan genial como siempre X3
Posdata 2: en este momento estoy viendo la película del planeta del tesoro
Awwww fiurgfbrfgre gracias =,3 A mí también me gustaría estar en un cole así <3 Más si está Jim en él jajaja xD
EliminarHércules? Nahhh, un poquito xDDDD
Awwwn no te preocupes que habrán muchas escenas romanticonas xD
P.D. Jajaja Kuzco es un sexy xD Qué dicha que te guste *u*
P.D. 2. EN SERIO!?!?!? CIERTO O NO QUÉ ES UNA PELÍCULA GENIAAAAAAL!?!?!? *U* Y ÉL ES DEMASIAADO SEXYYY!?!? <3<3<3
Yo quiero ir a la academia Kuzco!! Fabi llévame porfaporfaporfa quiero conocer a Ariel, a Mulan, a Jim, a Hércules y a todos porfaporfaporfa, oooh me encanta!! *^*
ResponderEliminarY no sé por qué pero Megara me gusta jaja ya sé que será la típica pija cabrona pero el personaje me gusta demasiado como para dejar de amarla.
La que se va a montar con Malina detrás de Jim y Herc detrás de Ariel!